Las mangueras de freno, esenciales en el sistema de frenado junto con las tuberías, son responsables de transportar el líquido de frenos hacia todos los componentes necesarios. Esto permite generar la presión hidráulica adecuada para detener el vehículo a tiempo. Fabricadas a partir de neopreno y otros materiales resistentes al calentamiento y al impacto de piedras y objetos en el camino, su composición y flexibilidad les permiten adaptarse a los giros de las llantas, desempeñando así su función crucial.

• Transportar el líquido de freno hacia los calipers para activar las balatas al pisar el pedal de freno, asegurando una detención segura del vehículo.
• Mantener el circuito de líquido de freno herméticamente sellado para garantizar la presión necesaria que el sistema requiere.

• Humedad en el cuerpo de la manguera provocada por el líquido de frenos.
• Fugas visibles en la manguera debido a rupturas del material.
• Resequedad y resquebrajamiento de la manguera.
• Inflamación del material de la manguera.
• Desprendimiento del material interno de la manguera, afectando la presión del líquido de frenos.

Es vital revisar periódicamente el estado físico de las mangueras y los tubos que se dirigen hacia las llantas, para prevenir cualquier falla en el sistema de frenado y asegurar el funcionamiento óptimo del mismo.